Angel Guardian detector portátil de CO2 para fugas de gas

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Manual de usuario

Ficha técnica

Detector portátil y económico de CO₂ con conectividad Bluetooth y app gratuita (iOS/Android). Ideal para detectar fugas sin necesidad de entrar en zonas peligrosas. Imprescindible para profesionales del vino, cerveza, alimentación rápida y sectores con sistemas de CO₂.

Beneficios clave:

• Seguridad profesional: Permite medir concentraciones de CO₂ desde fuera de zonas peligrosas. Alarmas visuales, sonoras y luces estroboscópicas advierten de niveles críticos.
• Prevención de fugas: Detecta fugas invisibles de CO₂ en dispensadores, válvulas o tuberías.
• Indispensable para CO₂ gestionado: Ideal para cervecerías, bodegas, cocinas industriales y fast-food.
• App intuitiva: Visualiza niveles en tiempo real, registros de datos y exportación de informes.
• Diseño compacto: Tamaño de bolsillo con carcasa de silicona protectora y clip para cinturón.

Especificaciones técnicas del LogiCO2 Scout Glow:

• Principio de funcionamiento: Infrarrojo no dispersivo (NDIR).
• Rango de medida: 0-6% de volumen de CO2.
• Información sobre la batería: tipo Li-Ion 3,6V, 1150mAh.
• Tiempo de funcionamiento: aproximadamente 8h.
• Carga: con un cable USB - microUSB conectado a un cargador de smartphone estándar. Tiempo de carga: aproximadamente 2,5h.
• Indicadores LED: Verde en funcionamiento, smartphone no conectado. Azul comunicación Bluetooth con smartphone. Rojo intermitente carga de la batería, se muestra con una indicación verde o azul.
• Niveles de alarma: indicación de aviso con concentración de CO2 instantánea de 5.000 ppm. Alarma Baja con concentración de CO2 instantánea del 1,5%. Alarma Alta con concentración de CO2 instantánea del 3%
• Alarma TWA con promedio ponderado en el tiempo de CO2 de 5.000 ppm
• Peso: Sensor 100 gr / Bola de espuma 500gr.

Por qué elegir LogiCO₂ Ángel Guardián:

• Evita riesgos invisibles en entornos de CO₂.
• Detección rápida y segura.
• Cumplimiento normativo de salud laboral.
• Ideal para técnicos, bodegueros, cerveceros y hosteleros.
• Protección profesional para tu equipo y clientes.

Seguridad invisible: La amenaza silenciosa del CO₂ en el sector de bebidas y alimentación

El dióxido de carbono (CO₂) es un gas esencial en muchos procesos industriales y alimentarios, especialmente en la producción y servicio de bebidas como la cerveza, el vino, los refrescos y en sistemas de dispensación de bebidas en el sector HORECA. Sin embargo, su uso intensivo y su naturaleza inodora, incolora y más densa que el aire lo convierten en una amenaza invisible si no se controla adecuadamente.

Riesgos reales, consecuencias graves

Una fuga de CO₂ en una bodega, cervecería, cámara frigorífica o restaurante puede provocar una acumulación de gas en zonas bajas que el personal no detecta hasta que es demasiado tarde. La exposición a concentraciones elevadas puede provocar síntomas como mareos, pérdida de conocimiento o incluso la muerte por asfixia. Cada año, se reportan accidentes laborales graves por esta causa, muchos de los cuales podrían haberse evitado con un sistema de detección adecuado.

Las bebidas también pueden ser un riesgo

En instalaciones donde se produce o almacena cerveza, vino o sidra, el CO₂ se genera naturalmente durante la fermentación. Aunque es parte integral del proceso, representa un riesgo cuando no se controla. Incluso una pequeña fuga en una válvula, una junta mal ajustada o una línea de dispensación puede comprometer la seguridad de un técnico o empleado.

Cámaras frigoríficas y cocinas: trampas potenciales

Las cámaras frigoríficas donde se almacenan barriles o sistemas de bebida conectados con gas pueden convertirse en auténticas trampas si hay una fuga. El frío ralentiza la dispersión del CO₂, lo que permite que se acumule más fácilmente. En restaurantes, cocinas industriales o cadenas de comida rápida, el riesgo se amplifica por la rotación de personal, los espacios cerrados y el uso continuo del gas.

El sector HORECA no está exento

En hoteles, bares, cafeterías y franquicias de comida rápida, los sistemas de dispensación utilizan CO₂ a diario. Sin sensores adecuados, el personal está expuesto sin saberlo. Un simple detector portátil o fijo puede marcar la diferencia entre una jornada segura o un accidente laboral.

Un sensor no es un gasto: es una inversión en vida

Contar con detectores de CO₂ portátiles o fijos como el LogiCO₂ Scout Glow no es una opción, es una obligación ética y profesional para proteger al equipo humano. Permite detectar concentraciones peligrosas antes de que el personal entre a zonas contaminadas, evita exposiciones prolongadas y proporciona datos útiles para auditorías, normativas y prevención de riesgos laborales.