Por qué debes cuidar la temperatura de tus barriles de cerveza
Pasas por delante de un bar, y ves cómo tiene los barriles de cerveza colocados al sol. Esta estampa no era tan extraña hasta hace unos pocos años. Incluso hoy, algunos restauradores todavía apilan los barriles llenos a la intemperie, bajo el sol abrasador, en el patio de atrás ¿Pero esto qué tiene de malo, te estarás preguntando? Aunque el mal almacenamiento de la cerveza no tiene consecuencias para la salud, sí que degrada por completo el producto. O si no, pregúntate qué sucede si dejas un queso o una lata de conservas al sol. La calidad del producto se echa a perder, y ya no hay vuelta atrás.
Los cambios bruscos de temperatura afectan sobremanera a la cerveza. Ya no solo porque acelera la descomposición (que genera compuestos indeseables y una elevada astringencia), sino porque en el caso de la cerveza sin pasteurizar es muy fácil que provoque una refermentación. Aunque la cerveza esté filtrada, esto no impide que se cuele alguna levadura. Un aumento de la temperatura es suficiente para que esta se active y comience a consumir los azúcares disponibles que todavía quedan en el líquido. Ten presente que la cerveza es un producto muy sensible a la temperatura.
Además, en cervezas muy lupuladas (IPA, APA, NEIPA, etc.), el calor estropeará rápidamente tu cerveza. Perderá la frescura y las sensaciones que aporta el lúpulo. Por contra, nos encontraremos con una serie de aromas desagradables que podemos identificar con olor a mofeta o establo. Es una lástima comprar barriles de cervezas lupuladas, que por la adición extra de este ingrediente suelen ser más caros, para luego dejar que se degraden y no poder servir la cerveza en todo su esplendor.
Pero que no cunda el pánico: almacenar bien los barriles de cerveza es muy sencillo. Para asegurarte de que mantienes la cadena de frío, puedes preguntar a tu proveedor (ya sea productor o distribuidor) si guarda los barriles en cámara de frío y si utiliza transporte refrigerado. Esto es especialmente relevante cuando hablamos de cerveza artesanal, que por sus propiedades suele ser más sensible que la cerveza industrial pasteurizada. Si te sirven el barril respetando la cadena de frío, o al menos te aseguran que no ha pasado el día (o las semanas) en una furgoneta al sol, sería genial que pudieses continuar esa cadena de frío y guardarlo a temperatura fresca cuando lo recibas. Esto marcará la diferencia.