El correcto funcionamiento de un barril de cerveza durante el dispensado
Cuando se trata de dispensar cerveza desde un barril a un tirador con grifo, es importante asegurarse de que todo esté en perfecto funcionamiento para evitar sorpresas desagradables durante el servicio. Aquí te explicamos los elementos clave que debes tener en cuenta para garantizar un correcto funcionamiento de la línea de dispensado durante el servicio.
En primer lugar, es fundamental que la temperatura del barril se encuentre en el rango adecuado. En general, la mayoría de las cervezas se sirven entre los 4 y los 7 grados centígrados. Si el barril está demasiado caliente, la cerveza se oxidará y se carbonatará. Si, por el contrario, está demasiado fría, se perderán los aromas y sabores característicos. La temperatura de dispensado por el grifo ha de ser la idónea para cada estilo de cerveza y respetar siempre los rangos entre 3 a 10 grados según el estilo.
Otro elemento clave es la presión del gas. La presión adecuada varía según el tipo de cerveza y la temperatura de servicio, pero en general suele oscilar entre 1 y 2,5 bares, incluso 3,5 bares en barriles plásticos con bolsa. Una presión demasiado alta puede provocar una excesiva formación de espuma y sobre carbonatar la cerveza, en cambio si la presión es demasiado baja puede provocar una excesiva formación de espuma por falta de contrapresión y descarbonatar carbonatar la cerveza dejándola plana.
También es importante asegurarse de que la línea de dispensado esté en perfectas condiciones de limpieza y mantenimiento. Las líneas sucias o mal mantenidas pueden provocar una mala calidad de la cerveza, gustos indeseados y en el peor de los casos, contaminación de la línea que puede afectar a la salud de los consumidores. Es esencial mantener una buena higiene en todo el proceso. Desde la limpieza de los vasos hasta el mantenimiento regular de los grifos y las líneas de dispensado mediante tanqueta, todo debe estar en perfectas condiciones para garantizar una experiencia de consumo segura y placentera.
En resumen, un correcto funcionamiento del barril de cerveza durante el dispensado implica un control riguroso de la temperatura, la presión, la limpieza de la línea de dispensado y una adecuada higiene de todo el equipamiento que compone la línea de dispensado. Los residuos y la suciedad pueden obstruir las tuberías, conectores y válvulas, lo que puede interferir en el flujo de la cerveza y afectar su sabor final. Es importante revisar las tuberías, las conexiones, grifos, equipamiento y maquinaria para asegurarse de que no haya fugas u obstrucciones y todo funcione correctamente. Siguiendo estos consejos, podrás garantizar una cerveza de calidad y un servicio impecable para tus clientes.