Cómo regular la presión de gas CO2 en un barril de cerveza para dispensar en grifo
La presión de entrada de gas en un barril de cerveza es un factor crítico en la dispensación de cerveza desde un barril hasta el grifo. Si la presión es demasiado alta, la cerveza puede salir demasiado rápido y generar una espuma excesiva por exceso de contrapresión, además de correr el riesgo de sobre carbonatar la cerveza. Por otro lado, si la presión es demasiado baja, la cerveza puede ser demasiado lenta y generar una espuma excesiva por falta de contrapresión, además de correr el riesgo de descarbonatar la cerveza. En este artículo, aprenderemos cómo regular adecuadamente la presión de gas en un barril de cerveza para una dispensación óptima.
En la dispensación de cerveza, un barril de metal se presuriza con gas CO2 o dióxido de carbono, de gas nitrógeno (N2), o una mezcla de ambos en diferentes porcentajes. La presión de CO2 varía dependiendo de la cantidad de CO2 que ya contiene la cerveza, también influye mucho la temperatura de almacenamiento y servicio del barril. En ocasiones, sobre todo en frío, el gas CO2 se mezcla con el gas nitrógeno y se utiliza para permitir una presión de funcionamiento más alta en los sistemas de dispensación complejos o en cámara frigorífica.
El nitrógeno se utiliza a alta presión al dispensar stouts (como la Guinness) y otras cervezas cremosas, porque desplaza el CO2 para formar una rica espuma consistente y un sabor menos carbonatado. Esto hace que la cerveza se siente suave en el paladar y le da un aspecto cremoso. El uso de nitrógeno con estilos ale y lager más común puede provocar que el último 5% o 10% de la cerveza restante en el barril sea muy plana y sin cuerpo.
Se utiliza gas CO2 para contra presionar a la hora de dispensar cerveza desde el barril, la cerveza siempre es sensible a recoger el exceso de gas (sobre carbonatar) y también la falta gas (ir plana y sin cuerpo). Nunca se debe ajustar la presión de gas de la cerveza para controlar el caudal de la cerveza, la tasa de caudal se controla mediante el ajuste de la longitud y diámetro de la línea de dispensado y del compensador del propio grifo. Si el barril está expuesto a demasiada presión o se encuentra en línea por mucho tiempo va a experimentar problemas causados por el tiempo prolongado de inyección de presión de gas CO2.
Paso 1: Conocer la presión recomendada del barril de cerveza
Cada cerveza, marca y estilo, tiene una presión de gas recomendada por el fabricante para lograr la mejor calidad de dispensado. Esta información se puede encontrar en la etiqueta del barril o en el sitio web del fabricante. La presión se mide generalmente en bares (Bar) pero también en libras por pulgada cuadrada (PSI). Cada marca de cerveza, aunque sigue unos “baremos generales” de cantidad de gas CO2 por gramo que contiene un estilo de cerveza, también tiene su presión de gas específica, que depende de muchos factores, tanto de la levadura, las maltas utilizadas (por los azúcares que contienen) o el propio proceso de fabricación.
Paso 2: Ajustar el regulador de presión o manómetro de gas CO2
El manorreductor conecta la línea de gas que proviene de una botella de gas CO2, mezcla o Nitrógeno y suministra gas al barril de cerveza. Este dispositivo permite ajustar la presión de entrada de gas para que sea la adecuada para la cerveza. Primero, asegúrese de que el regulador esté conectado correctamente y que no haya fugas o microfugas de gas. A continuación, ajuste el regulador de presión a la presión recomendada para la cerveza en cuestión, deberá despresurizar en repetidas ocasiones la línea de gas para cerciorarse que la presión de gas que indica el manómetro sea la real y no la que contiene la línea estanca en ese momento.
Paso 3: Verificar la presión de gas CO2 dentro del barril y el flujo de gas
Una vez que se ha ajustado el regulador de presión, es importante verificar la presión en el barril. Use un manómetro para medir la presión en el barril y asegurarse de que esté en línea con la presión recomendada. Si la presión es demasiado alta o baja, ajuste el regulador de presión hasta que la presión sea correcta. El flujo de gas también afecta a la presión en el barril. Si el flujo es demasiado rápido, la presión puede aumentar y generar una espuma excesiva. Si el flujo es demasiado lento, la presión puede disminuir y la cerveza no tendrá suficiente carbonatación. Ajuste el flujo de gas en consecuencia hasta que se alcance un flujo constante y la presión sea la adecuada.
En conclusión, regular adecuadamente la presión de gas en un barril de cerveza es esencial para una dispensación óptima y de calidad. Conocer la presión recomendada, ajustar el regulador de presión, verificar la presión en el barril y ajustar el flujo de gas son los pasos clave para lograr una dispensación de cerveza de alta calidad en el servicio. Al seguir estos pasos, podrá disfrutar de una cerveza fresca y perfectamente carbonatada desde el barril hasta el grifo.