5 Consejos para elaborar una Mild Ale
Las mild ale son un estilo de cerveza que nace en Reino Unido a raíz de la revolución industrial. Los avances científicos y sociales de la época incrementan la población, de manera que hay más gaznates sedientos en los pubs. Ante la creciente demanda de cerveza, los fabricantes optan por una inteligente solución que les permite vender más sin romper stock.
Las cerveceras británicas comenzaron a vender la cerveza sin madurar, de manera que terminase de fermentar en los pubs. Como cualquier real ale, la mild ale obtiene su leve carbonatación de maduración en la bodega de los pubs. Ahora, si en el siglo XXI quieres recrear una tradicional mild ale, presta atención a los siguientes consejos.
- La mild ale es una cerveza de alta fermentación inglesa, por lo que debes contar con una cepa de levadura tradicional británica que te permita obtener ese carácter levemente afrutado.
- La mild ale es un estilo de cerveza que lleva muy poco lúpulo. Es una cerveza donde la adición de lúpulo solo se justifica por su poder conservante. No debería aportar sabor, aroma ni excesivo amargor. De lo contrario, corres el riesgo de cocinar una bitter o una session IPA. Por supuesto, utiliza lúpulos ingleses.
- En cuanto a las maltas, utiliza también maltas exclusivamente británicas (pale, crystal, variedades tostadas…). El color no es un apartado determinante. Las mild ale abarcan desde la tonalidad de una amber ale hasta la de una porter; de cobre a caoba. Ahí puedes permitirte jugar, siempre teniendo en cuenta que el perfil ha de ser acaramelado, pero sin llegar a cafetoso. Si no, puede que obtengas una session stout. Además, ten presente que son cervezas de cuerpo liviano. Son ligeras en todos los sentidos.
- Respecto al grado alcohólico, la mild ale es una cerveza de sesión. Es decir, cervezas con poco volumen alcohólico de entre el 3% y el 4%.
- A la hora de envasar, recuerda que es una cerveza que se bebe “joven”. No pretendas madurarla más de lo necesario y mucho menos envejecerla. Requiere de un consumo moderadamente rápido. No quiere decir que debas beberla “verde”, pero sí que no te olvides de ella.
Ahora que ya conoces las indicaciones para elaborar uno de los estilos más antiguos de Reino Unido, es tu turno. Si aún dudas sobre cómo plantear la receta, piensa en una mild ale como en una brown ale más suave, más ligera y menos alcohólica ¿Más fácil? ¡Ponte manos a la obra!