Cómo ha cambiado el consumo de cerveza desde la pandemia
El precio medio de una caña ha aumentado un 7,5% en el último año, pasando de 2€ a 2,15€, según el último estudio publicado por Nielsen. En paralelo, el formato doble (copa grande) es un 12% más caro al transitar de los 2,6€ de media a casi 3€. Por su parte, el botellín es el formato que menos ha incrementado su factura con un 6%. No obstante la subida media de la cerveza (todos los formatos y variedades) alcanza el 14%, cifra superior al 10,8% de inflación que se registró en España a julio de 2022.
¿Las causas detrás de la subida? El encarecimiento del cereal como consecuencia de la Guerra de Ucrania, la escasez de materias primas necesarias para la fabricación de maquinaría (metales) y la subida de los precios de la electricidad y los combustibles. Esto ha encarecido la producción de cerveza en un 62% respecto a dos años atrás según el Beer Index de la plataforma de inversión eToro. No en vano, Rusia y Ucrania abastecen el 30% de cebada y trigo que se consume en el mundo. Por ello, el precio de la malta ha subido un 87% desde el inicio de la guerra, mientras que el incremento del aluminio se sitúa en un 20%. Respecto a la gasolina, en seis meses se ha encarecido un 138%.
La subida del producto estrella de la hostelería española ha repercutido en el consumo. En julio de 2019 las cañas suponían el 21,6% de la facturación de cerveza de los establecimientos. Dos años después, pandemia mediante, en julio 2021 la cifra se redujo al 14,5%. Sin embargo, en 2022 ha decrecido para situarse en el 14,3%. El formato caña ha reducido en una tercera parte su popularidad. En cambio, el formato doble ha crecido hasta el 77% del consumo de cerveza en bares y restaurantes. Esto es un indicador de que los hábitos de consumo están cambiando, y de que al cliente la caña cada vez le sabe a menos. El tiraje en formato grande gana adeptos, ¿pero por qué?
La explicación la encontramos en las restricciones que tuvieron lugar en 2021, fruto de la pandemia por la Covid-19, cuando el gobierno decretó la prohibición de consumir en la barra de los bares. Los clientes que se situaban en mesas y terrazas preferían los dobles. Debemos tener en cuenta que el consumo en barra puede llegar a suponer la mitad de la facturación de los bares, sobre todo en localidades pequeñas. Las previsiones indican que esta tendencia continuará.