4 errores que debes evitar al dispensar una cerveza
El COVID-19 afecta al sector cervecero de manera incuestionable, no solo a nivel macro. La pandemia también tiene una serie de implicaciones en algo tan elemental como tirar una pinta de cerveza. Ante la progresión de los contagios de coronavirus, no cabe más solución que el rigor a la hora de integrar las medidas de seguridad. Por ello, en este artículo encontrarás las 4 cosas que nunca debes hacer al servir una cerveza ¡Toma nota!
- "Tocar el caño del grifo con el vaso". Si antes del virus no era recomendable, ahora deberías tener todavía más cuidado. El exterior del grifo puede tener microorganismos nocivos para la salud que pasarían al vaso, más si tenemos en cuenta que los negocios del canal horeca destacan por su alto flujo de clientes y el uso “relajado” de la mascarilla. Procura que el vaso no toque el grifo si quieres prevenir cientos de contagios.
- "Tocar la parte superior del vaso con las manos". Es en el borde del vaso donde el cliente posa los labios para beber. En consecuencia, el profesional no debe tocar esta parte en ningún momento para evitar situaciones desagradables. Lo recomendable es siempre agarrar el vaso de la parte centro-inferior, aunque esto no exime de las medidas de higiene y el uso de gel hidroalcohólico.
- "No hace falta desinfectar en el envasado". Si tenemos en cuenta que la cerveza (en especial la lupulada) se mueve a una velocidad de vértigo hasta el consumidor final, esto implica que la mercancía sea también un foco de infección, ya que no da tiempo a que el virus desaparezca. Por tanto, es de vital importancia desinfectar a conciencia todos los utensilios que intervienen en la producción, envasado y transporte de la cerveza.
- "Conectar nuevos barriles como si nada". Además de sanitizar la instalación hasta el grifo, los negocios del canal horeca también deben desinfectar las conexiones entre la línea y la válvula del barril. De esta forma nos aseguramos de que la cerveza no sea un vector de infección. Esto también es aplicable a limpiar los cuellos de las botellas y la superficie de las latas, que es donde el cliente final suele tocar el producto.
A estas recomendaciones específicas hemos de sumar las medidas de carácter general como controlar el aforo, limpiar las mesas tras cada servicio, etc. Aunque a priori pueda parecer tedioso, el cliente final valora la responsabilidad del local y a corto plazo tiende a ir a los bares y restaurantes donde se siente seguro. De manera que este esfuerzo adicional revierte positivamente en el negocio.