¿Cómo afecta al sector cervecero la tendencia a consumir solo en terraza?
La pandemia del coronavirus ha generado múltiples cambios en el sector cervecero y la hostelería, en cómo nos relacionamos con la cerveza. Entre ellos, ha desplazado el consumo al exterior de los locales. Si el cliente antes se distribuía entre interior y terraza, ahora las nuevas circunstancias le invitan a disfrutar de su cerveza refugiado bajo un toldo o una sombrilla. Ni siquiera el aire acondicionado es argumento suficiente.
Esto impacta directamente en el volumen de negocio de bares y restaurantes. Todavía aquellos que disponen de buena terraza podrán sobrellevar mejor la “nueva normalidad”. En cambio, los locales que solo puedan ofrecer un par de mesas o que no tengan licencia de terraza, esos negocios van a perder bastante facturación; más todavía con todos los rebrotes que surgen y que cada día minan aún más la confianza de los clientes. Estos establecimientos se han tenido que reconvertir para subsistir con una mirada al comercio electrónico y consumo externo.
Algunos de estos bares especializados en cerveza artesanal han optado por sumarse a la venta de “growlers”. Es decir, envasar cerveza de grifo para que el cliente la consuma durante los próximos días en casa o donde le apetezca. Es un fenómeno similar al de la leche fresca u otros productos que requieren un consumo inmediato. La venta de “growlers” ya empezó a funcionar durante el confinamiento. De hecho, algunos negocios admitían pedidos vía WhatsApp tanto para recoger como para entregar a domicilio.
En paralelo, bastantes bares han optado por asumir -a modo de complemento- el rol de tienda. Han incrementado su oferta de latas y botellas para llevar. Algunos bares han comprado neveras en las que se puede ver dos precios: uno para consumo in situ y otro más bajo para quienes opten por llenar su despensa. Como en el caso de los “growlers”, los bares han abierto canales de venta online y reparto a domicilio a disposición del cliente.
Por parte de los productores y distribuidores, muchos han optado por venta directa al consumidor final. El coronavirus ha impulsado la creación de e-commerces integrados en la web de las diferentes marcas. Aunque la mayoría de eslabones de la cadena ha optado por asumir el rol de tienda, cabe preguntarse cómo ha afectado esta competencia inesperada a las tiendas y distribuidoras ya anteriormente especializadas en cerveza. Varias han cerrado o están en graves problemas financieros.
En España no existe una ley clara que impida a las empresas saltarse eslabones en la cadena que va desde el fabricante hasta el consumidor final. Esto ha sido la salvación para algunos negocios y el motivo de cierre para otros, como aquel dicho "comida para hoy, hambre para mañana". Veremos cómo se adapta la hostelería a la “nueva normalidad”, y si esta experiencia desemboca en regular la cadena de valor.