Los grandes grupos cerveceros fagocitan a las microcerveceras
El auge de la cerveza artesana ha generado un pequeño mercado que en España ronda el 1% del consumo nacional de cerveza, pero que en otros países como Estados Unidos alcanza cuotas del 13%. La cerveza artesana es un producto nuevo que trae consigo una regeneración de valores en términos de branding respecto a la cerveza de corte industrial.
Esta situación no ha pasado desapercibida para las grandes multinacionales que sin dudarlo han extendido su influencia. A día de hoy, la mayoría de grandes grupos cerveceros son propietarios de micro-fábricas tanto dentro como fuera de su territorio. Este fenómeno también alcanza a España. La Sagra pertenece a Molson Coors. El gigante ABInbev compró La Virgen. Incluso dentro de nuestro territorio Mahou San Miguel gestó la operación en la que adquirió Nómada y Founders. A su vez, el grupo Heineken participó de forma mayoritaria La Cibeles que junto a Lagunitas forma su portfolio más craft.
¿Por qué los grupos cerveceros invierten tantos recursos en un nicho que a día de hoy solo representa un 1%? Lo cierto es que las cifras de la cerveza artesana no paran de crecer año tras año de forma vertiginosa. En este sentido, las previsiones son muy optimistas. Es el momento de posicionarse, y las grandes multinacionales lo saben. Puede que no todas las acciones que ahora acometen sean rentables de inmediato, pero cuando en unos años se haya consolidado el mercado, entonces partirán con una ventaja significativa.
¿Cuáles son las repercusiones negativas de la adquisición de microcerveceras por parte de las multinacionales? En relación al consumidor, existe un riesgo de que el producto cambie. Es habitual que la multinacional imponga sus proveedores a estas pequeñas cervecerías con el ánimo de reducir costes. Esto repercute directamente en las propiedades de la cerveza. Por lo general, las referencias insignia pierden su toque especial. Además, la logística detrás de una cerveza artesana es mucho más delicada que en el caso de una cerveza industrial, y esto no siempre se tiene en cuenta. La cerveza artesana necesita transporte en frío, no puede estar expuesta a la luz y la fecha de caducidad tiende a estrecharse. Por desgracia no siempre tratan el producto con el mimo que requiere.
Más allá de las connotaciones filosóficas que tenga la independencia de las microcerveceras, existen una serie de factores que todavía no han corregido los grandes grupos y que afectan de pleno a la cerveza artesana como marca conjunta.