
Kit de cerveza artesana: guía para principiantes
Hoy día, producir cerveza en casa es una afición al alcance de todos. Podemos conseguir equipo e ingredientes, los populares kit de cerveza artesana, en las tiendas especializadas. Lo cierto es que, sea buena o regular, la cerveza elaborada por uno mismo tiene un sabor especial. Sin embargo, todavía hay quien no se atreve a producir cerveza casera ¿Te parece farragoso? ¡Entonces esta guía es para ti!
¿Qué necesitamos en nuestro kit de cerveza artesana?
Es imprescindible un fermentador. Debe ser un recipiente con buena resistencia térmica y que no agregue sabores a la cerveza. El fermentador irá cerrado para evitar la entrada de oxígeno. En la tapa, colocaremos un válvula (airlock) para regular la acumulación de CO2 durante la fermentación y evitar, de nuevo, que la oxidación. Además, en la parte inferior, el fermentador llevará un pequeño grifo que nos permitirá extraer la cerveza. Conviene colocar un termómetro adhesivo en el exterior del fermentador para controlar la temperatura.
Necesitaremos también una paleta de material no poroso para remover y desinfectante para esterilizar el equipo; como por ejemplo Clearoxid. Para embotellar, utilizaremos botellas de vidrio, chapas y una chapadora manual.
Podríamos usar grano y lúpulo, pero al tratarse de la primera elaboración, conviene que sea lo más sencilla posible. Para este propósito, emplearemos los concentrados de malta que se comercializan en latas. Estos preparados contienen el mosto lupulado y reducido a jarabe. Para completar los ingredientes de nuestra primera cerveza, necesitaremos levadura (el tipo varía en función del estilo de cerveza), azúcar y agua.
Llegados a este punto, cabría preguntarse qué cantidad de ingredientes necesitamos para elaborar un determinado volumen de cerveza. Pues bien, esta información la indica el fabricante de cada preparado y depende del estilo de cerveza. Por ejemplo, con 1,5 Kg de concentrado de malta y la adición de 1 Kg de azúcar podríamos conseguir unos 20 litros de cerveza. Para un lote de este volumen nos servirá un fermentador de 30 litros. De todos modos, conviene siempre seguir las instrucciones del fabricante.
Ya tengo mi kit de cerveza artesana ¿Cómo lo hago?
Una vez hemos desinfectado el equipo, calentamos durante 5 minutos al baño María la lata con el preparado de malta. Al mismo tiempo, calentamos 3 litros de agua. No obstante, el volumen de agua lo indica el fabricante del concentrado. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos el preparado. Reservamos un poco de agua caliente para verter en la lata y así extraer todo el jarabe. Removemos con la paleta hasta que se disuelva. Al trasvasar el mosto al fermentador, tenemos de enfriarlo rápido. Podemos introducirlo en una bañera con agua fría e incluso hielo. También pueden utilizarse serpentines.
Después, tomamos un vaso de mosto a unos 25ºC y le inoculamos la levadura para su activación. Esperamos unos minutos, y vertemos el contenido en el fermentador. Lo cerramos y llenamos la válvula con alcohol. Luego depositamos el fermentador en una habitación oscura donde no nos moleste el sonido del burbujeo. A los 9 días deberíamos llenar las botellas. Si en el fondo del fermentador encontramos muchos sedimentos, podemos extraerlos con un sifón para no saturar el grifo.
Introducimos una pequeña cantidad de azúcar o dextrosa en las botellas que hemos desinfectado y las chapamos con ayuda de una chapadora mecánica. La segunda fermentación y la maduración se prolongará durante dos meses, en función del estilo de cerveza ¡Y ya tienes tu cerveza casera! Encuentra todo lo necesario para tu kit de cerveza casera en Install Beer.