¿De dónde viene la sidra?
Aunque el origen de la sidra es incierto, algunos historiadores proponen que se originó en las civilizaciones del Antiguo Egipto y la Grecia Clásica. En la Península Ibérica, las referencias de Plinio el Viejo sobre las manzanas dan a entender que la sidra ya existía en Asturias desde antes de la invasión romana. En la actualidad, esta bebida fermentada goza de gran tradición en distintas regiones de Europa como España, Portugal, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido. Conozcamos su historia.
La sidra en Europa
Fuera de nuestras fronteras, las primeras referencias que tenemos sobre la sidra se remontan a principios del siglo IX en el Capitulare de Villis, acta legislativa que organizaba el comercio, normas y sanciones en el imperio carolingio. En cambio, si miramos en la Península Ibérica, encontramos el testamento de Ego Fakilo, del año 793, conservado en la catedral de San Salvador de Oviedo, donde se especifica que se entregan villas, bosques, viñas y manzanos para elaborar mostos y sidra.
En Francia, la sidra se produce principalmente en Normandía, donde se ha elaborado desde hace siglos. En Reino Unido, regiones como Somerset, Herefordshire y Devon elaboran esta bebida bajo el nombre de cider. Si vamos a Alemania, la sidra se denomina apfelwein y se bebe principalmente en la región de Fráncfort del Meno.
La sidra en España
La sidra es una bebida muy popular por el Cantábrico, especialmente en Asturias y País Vasco, donde se considera una parte intrínseca de su cultura y folklore. Es a partir del siglo XVII cuando esta bebida empieza a adquirir importancia en los concejos de Villaviciosa, Colunga y Nava, y durante el siglo XIX se convierte en una bebida popular en toda Asturias. En la actualidad, Asturias es el principal fabricante de sidra con más del 80% de la producción nacional. Para su elaboración, se utilizan exclusivamente variedades de manzana autóctona, como Raxao y Xuanina, entre otras.
¿Cómo se hace la sidra?
En primer lugar, se recogen las manzanas y se lavan con agua para evitar la suciedad. A continuación, se trituran las manzanas y se prensan para extraer el mosto. El mosto se deja fermentar durante varios meses a baja temperatura para impedir que la bebida pierda carbónico. Después se embotella o se guarda en barricas. A la hora de degustar, en España la sidra se sirve escanciada, es decir, se vierte desde una altura de un metro aproximadamente para que la bebida se oxigene y libere el gas carbónico.