Cómo de local puede ser una cervecera
Desde su origen, la cerveza artesanal se vende bajo el lema de «producto local». Este término normalmente hace referencia al lugar de producción, y se basa en la idea de fomentar la economía y el empleo de nuestro entorno.
Sin embargo, cuando aterrizamos a investigar los proveedores de materias primas que utilizan las micro cerveceras españolas, observamos que tanto el lúpulo como la malta provienen de otros países como Alemania, República Checa y Reino Unido, entre otros. Esto se debe a que las grandes cerveceras industriales necesitan acaparar la mayor parte de la producción de malta de cebada y lúpulo que se cultiva en España.
¿Entonces es imposible encontrar una cervecera con ese componente local en cuanto a la procedencia de las materias primas y el uso de proveedores? Pues no. Como si se tratase de la aldea gala de Astérix y Obélix, algunos proyectos han querido llevar más allá el concepto de local. Por ejemplo, la cerveza artesanal d'Olite. La cervecera se encuentra en la localidad navarra de Olite, en el corazón de la zona media de Navarra, conocida por su viticultura. Surgió en 2019, cuando Montse y Pieter decidieron cumplir su sueño de elaborar cerveza artesana, no solo como una afición, sino como una profesión.
El obrador elabora lotes de hasta 500 litros y cuenta con una tienda de venta directa al público, donde se puede conocer el proceso de elaboración de hasta 9 estilos diferentes a partir de malta de Navarra y lúpulo de Olite. La cerveza artesanal d'Olite ha recibido buenas críticas de los visitantes, que la consideran una opción interesante en una región conocida principalmente por sus viñedos y bodegas.
Esto es posible gracias a agricultores del municipio como Pedro Rodeles, que decidió aventurarse en el cultivo de lúpulo, y actualmente cuenta con 6 hectáreas de este cultivo. Rodeles vende el 80% de su producción a cerveceras artesanales, lo que demuestra la demanda y la viabilidad de estas iniciativas. A su vez, la cooperativa Queen Country Hop Farm también ha contribuido a la dinamización del cultivo de lúpulo.
Asimismo, Intermalta es otro de los principales actores sobre el territorio como empresa dedicada a la producción de malta desde su fundación en 1977. El municipio navarro de San Adrián acoge una de sus tres plantas en España. Las otras dos están en Albacete y Sevilla, con una producción total que supera las 150.000 toneladas de malta de cebada al año. La compañía también ha desarrollado una línea de negocio llamada Intermalta Craft, que ofrece a los cerveceros artesanales la oportunidad de adquirir directamente la malta sin necesidad de pasar por intermediarios.
Como vemos, para que una microcervecera pueda lucir con orgullo el apelativo de local, depende en gran medida de que existan proveedores en su entorno que puedan suministrarle las materias primas necesarias. D’Olite en Navarra es un caso aislado, pero a la vez una aspiración futura para muchos otros productores.
